Queerizando el método

By Kaitlin Burns

“4 Ríos” y la narración archivística

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4 Ríos Digital Archive. http://4rios.co. Fue accedido el 28 de septiembre de 2018.

Reseñado por Kaitlin Burns, University of Texas at Austin

El archivo digital “4 Ríos” utiliza la innovación artística para pintar a la población indígena y afrodescendiente de Colombia en medio del fuego cruzado de un conflicto armado que ha durado por más de cuarenta años. Esta colección nos inspira a preguntarnos, “Qué es un archivo?” mientras reformula ideas de cómo se debe organizar y presentar la información. El archivo funciona como ejemplo de lo que Zeb Tortorici describe como queerizando el archivo, en donde el investigador debe adoptar los métodos no convencionales para contar la versión que normalmente se excluye de la historia oficial. Siendo una experiencia verdaderamente multimedia, “4 Ríos” compila video, el género del testimonio, el arte y otros recursos audiovisuales en la forma de una novela gráfica. Los visitantes del archivo se vuelven participantes activos de su propio aprendizaje mientras atestiguan datos sobre la masacre en Alto de Naya, así como también de las vidas del pueblo colombiano, las cuales han sido destruidas en la guerra entre los esfuerzos militares y paramilitares en abril 2001.

Elder Manuel Tobar es productor audiovisual y activista social, y es quién creó y dirigió el colectivo informático de “4 Ríos” en 2013. La descripción de su equipo de especialistas y sus roles se leen como créditos cinemáticos, porque en la realización de este archivo se requirió talentos únicos como actores, escenográficos y guionistas gráficos. El proyecto recibió el Premio Crea Digital en 2013 en reconocimiento a su valor narrativo y su dedicación a la responsabilidad tanto social como política del país. Este proyecto se financió por premios y becas de IDARTES (Instituto Distrital de las Artes) y la Pontificia Universidad Javeriana en 2012 y con apoyo del Ministro de Cultura de Colombia en 2011.

El objetivo proclamado de “4 Ríos” es “proponer otras formas de acercarnos a la memoria, a la construcción de espacios de intercambio y debate, de sensibilizarnos ante estos hechos, de no olvido, del rescate de aquello que por el paso del tiempo se cree perdido” (Proyecto). Esto se logra por relatar experiencias, hechos, y el fondo y sucesión de eventos de la historia reciente del conflicto armado en Colombia — específicamente el masacre de 2001 en el río Naya.

En la página inicial de “4 Ríos”, la reacción del usuario podrá ser tanto de confusión como de curiosidad, puesto que el archivo no se reconoce como tal. El usuario puede sentirse reticente a explorar este archivo mientras se intenta dominar la interfaz, pues se aleja a las formas tradicionales de organización de colecciones digitales. El visitante al sitio “4 Ríos” transforma su experiencia cuando acepta a tratar el archivo bajo sus propios términos, y así, se convierte en un espectador a medida que la narrativa se va desarrollando en la forma de una novela gráfica. De esta manera, el visitante se ve sujeto a la sucesión concebida por los creadores del flujo de información. Si mi descripción parece liosa, es porque uno debe ser partícipe en la reiteración histórica interactiva para entender su forma.

“4 Ríos” no es archivo para el investigador de la academia, sino que es un archivo para el pueblo. El usuario del archivo participa de éste por medio de una serie de elecciones mientras explora la colección. Dichas elecciones determinan el grupo de información que se presenta. El círculo grande (“4 Ríos: El Naya”) es un link que redirige al usuario a la novela gráfica, el cual contiene un tutorial para el usuario que por primera vez explora el sitio. Al apretar la flecha para seguir en la narración del sitio, el sonido, la estética del cómic y los clips del video narran cronológicamente los eventos que sucedieron ese 11 de abril de 2001 en Naya. Un meta-índice ubicado debajo de las imágenes provee información documentada de los detalles de los acontecimientos con enlaces a documentos oficiales en línea, los cuales se revelan según el progreso del participante en este relato histórico. La compilación es hermosa en su ejecución y desgarradora en su narración. Al entregarse al estilo innovador, la experiencia del usuario puede dividirse en asombro y gran tristeza, pues la experiencia es cautivadora pero los sucesos son dolorosos.

Al cliquear en el círculo más pequeño de la izquierda (“Flujo de memorias”), este enlace lleva al usuario a un foro de expresión en donde el participante puede dejar dibujos o comentarios para futuros espectadores. También el usuario podrá dejar un mensaje escrito o de voz. Al deslizar el puntero por la pantalla, se revelan los puntos coloridos que fluyen por el arroyo y que son el río de memorias dejado por otros usuarios. Al explorar estos fragmentos se concede una dimensión distinta a la información archivística. El sitio se divide en más secciones: (“Plataformas y Expansiones”), (“4 Ríos” blog), (“Equipo”), (“¿Qué es 4 Ríos?”) y (“Reconocimientos”). Aunque el vericueto de enlaces hace que la navegación se haga confusa a veces, este archivo es de una belleza terrible que sirve tanto al académico como al aprendiz inquisitivo. La experiencia visual puede parar ahí, o puede ser estimulada más profundamente para continuar interactuando con la información detallada cuyo contenido alimenta la narración. Se puede encontrar los enlaces y fuentes a través de la secuencia interactiva, pero el investigador tal vez preferería tener los recursos colocados en un solo lugar, puesto que la trama se compone de cincuenta y dos marcos sin títulos. Una búsqueda de esta magnitud se convertiría en pesadilla para el usuario que pretende conscientemente toparse con un documento o información en específico.

En ciertos momentos, se nota la necesidad de actualizar la página, puesto que algunos enlaces no funcionan y algunas diapositivas aparecen en blanco. Además, la página de introducción se beneficiaría de su propio tutorial para despejar las dudas iniciales al que el usuario se enfrenta, y quién espera poder conducir una búsqueda autónoma de información. Por último, el sitio se puede mejorar con la inclusión del camino de navegación en la página inicial, puesto que uno se puede perder siguiendo los enlaces de los enlaces que se dirigen a lugares distintos.

Dejando el criticismo de lado, la construcción única del archivo “4 Ríos” cuestiona las normas institucionales en torno a qué elementos constituyen un archivo y cómo funcionan. Zeb Tortorici constata que, “queer archivalism, in the words of Elizabeth Freeman - allows us to explore the fraught (and anacronistic) relations between past and present, archive and the document, historian and witness, writer and written of, consumer and consumed” (2018, 15-16). La colección “4 Ríos” guía a sus participantes en la narración de eventos, facilitando la educación en torno a la masacre de los Naya mientras provee acceso a una documentación importante a través de enlaces en línea y testimonios, cuestionando las instituciones burocráticas de control.